
Supreme Court nominee Brett Kavanaugh shakes hands with US president Donald Trump. (Reuters/Jim Bourg)
Por: Ben Monterroso
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EE.UU 10 de julio, 2018
La semana pasada el juez de la Corte Suprema, Anthony Kennedy, anunció su retiro de la gestión a partir del 31 de julio. Kennedy tiene 81 años y sirvió por más de 30 años en el cargo. Este anuncio deja un asiento vacío a llenar por parte del presidente Trump, lo que podría inclinar la balanza dentro de la Corte a favor de una ideología conservadora, la cual, es causante de varias polémicas en los últimos meses.
Entre los temas claves que están en juego está el derecho constitucional al aborto. Con un conservador que reemplace a Kennedy, se abre un espacio para que activistas antiaborto ejerzan presión sobre la Corte para volver a poner el tema abierto a discusión.
La intención del presidente Trump es designar un nuevo juez antes de las elecciones intermedias, a mediados de octubre, para así renovar la confianza de su partido ya que podrá cumplir su promesa de campaña de reformar a la corte de manera conservativa.
El lunes, Trump anunció la nominación de Brett Kavanaugh para reemplazar a Kennedy como juez de la Corte Suprema. Kavanaugh podría girar la Corte Suprema mas hacia la derecha, aunque teóricamente debería mantenerse libre de influencias politicas.
Las elecciones intermedias serán decisivas para la confirmación del nuevo juez por el Senado ya que los demócratas esperan adquirir mayoría en ambas Cámaras, para así frenar una línea de acciones conservadoras. Pero, la confirmación probablemente tendrá lugar antes de las votaciones de mitad de período en noviembre.
Un retroceso en lo ya ganado
Con la nominación de un juez conservador como Kavanaugh, aumentan las probabilidades de penalizar el aborto, pues Trump ha mencionado en repetidas ocasiones que cualquiera de los contemplados para remplazar a Kennedy, serán de ideología pro vida.
La ley que despenaliza el aborto fue proclamada en 1973, y precisa que puede ser interrumpido el embarazo bajo cualquier circunstancia. Durante su campaña electoral de 2016 y su presidencia, Trump se acercó a grupos antiaborto y prometió elegir a jueces federales que favorezcan los esfuerzos para abolir el derecho al aborto.
Las restricciones afectarían a las mujeres más pobres. Aunque en Estados Unidos se logró que el control de la natalidad esté disponible para mujeres de bajos recursos y trabajadoras, algún cambio legal haría menos accesible la posibilidad de abortar.
El Senado
Aunque el panorama parezca difícil, hay que recordar que la nominacion de Kavanaugh para juez de la Corte Suprema no tienen pase automático, es decir no pasará por pura voluntad, pues el Senado tiene la última palabra. Es por eso que se necesita la atención del público en estos temas para ejercer presión al Senado.
El poder popular se centra en el voto. Como comunidad latina tenemos la opción de salir a votar en las elecciones intermedias para elegir a representantes que tengan una visión más humana ante los derechos de las mujeres y los homosexuales.
El hecho de votar por un contrapeso en el Congreso y lograr la mayoría en el Senado, ayuda a poner un freno a las acciones insensibles de Trump, así como tener la posibilidad de decidir en la conformación futura de una Corte Suprema con ideales progresistas y a favor de todos.