Por: Ben Monterroso y Melissa Vargas
Washington, D.C. 16 de mayo, 2018
Para nadie es un secreto que Scott Pruitt ha estado inmerso en un sinfín de escándalos, que van desde tomar siempre vuelos en primera clase, hasta vivir una vida rodeada de lujos y lo peor de todo, ni siquiera intentar ser discreto con su elevada posición social y manejos políticos; su actuar raya en la falta de ética, pero lo más importante es que muchas de sus acciones conducen a este país a problemas graves de contaminación del agua, tierra y aire.
No podemos ser ajenos a esta realidad y sobre todo a la crisis que hoy en día mantiene y alimenta Pruitt en términos de ecología y medio ambiente: se ha dedicado a desacreditar a la ciencia, a los científicos y a los expertos en materia de protección ambiental. El atroz funcionario ha realizado muchas acciones durante su gestión que hacen retroceder décadas de progreso para controlar la contaminación en nuestro país y eso tiene que detenerse.
Actualmente, la EPA, se encuentra bajo su absoluto control y responde a la ideología antiecologista de Pruitt y sobre todo se vende barata al mejor postor; acredita a grandes empresas para seguir contaminando de “manera legal” y apuntala un estado fallido en materia de cuidado del medio ambiente, sin que el propio presidente Trump se preocupe por esta situación.
Scott Pruitt encabeza los esfuerzos de Trump para recortar el presupuesto de la EPA reduciéndolo un 30%, a pesar de que se encuentra en los niveles más bajo desde la década de 1970; además, está colocando en puestos claves de la agencia a personas provenientes de la industria responsable de la alta contaminación; por ejemplo Bill Wehrum, Jefe de la Oficina de Aire y Radicación de la EPA, quien ha representado al Instituto Americano de Petróleo y ha demandado a la EPA 31 veces por las normas de aire limpio.
Otro claro ejemplo es Albert Kelly, quien dirige el programa “Superfund,” y no cuenta con ninguna experiencia ambiental, este personaje ha sido vetado de cualquier actividad bancaria por el gobierno federal.
Las acciones de Scott Pruitt están atentando contra la salud de nuestra comunidad y de nuestros hijos, su agenda es una amenaza, nos hace retroceder a una era más contaminada y peligrosa, con mayores tasas de cáncer, más ataques de asma y enfermedades al corazón.
Son muchos los escándalos que continuarán rodeando a este falso representante de la democracia norteamericana, pero no debemos tomar a la ligera su actuar, debemos vigilar sus acciones, estar pendientes de todas y cada una de sus decisiones, es nuestra obligación que Pruitt conduzca a la EPA para que este país se convierta en un mejor lugar y no en uno más contaminado gracias a la corrupción que emana de sus funciones.
Que Pruitt haga su trabajo, que es pugnar por aire, agua y tierra limpios; que deje de llenar sus bolsillos controlando la EPA, o que deje su puesto en manos de alguien que sí sea transparente y cuyos esfuerzos se dirijan a limpiar nuestro país y no a ensuciarlo como lo ha hecho hasta ahora.
¡Alcemos la voz! Luchemos por mejores protecciones de salud pública y del medio ambiente para nuestros hijos y las futuras generaciones.
¡Contacta a tu Congresista! Pídele que apoye un mejor presupuesto para la EPA y rechace el recorte que Trump y Pruitt quieren.
LatInformation News 